"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

jueves, 5 de enero de 2012

La noche de los Reyes Magos

Noche mágica y misteriosa...¡Qué bonito sería pensar que esta noche todos duermen con esta espera maravillosa!
Noche de Reyes...

Noche mágica y misteriosa...

Noche que hace palpitar aceleradamente los corazones infantiles y que al cerrar sus ojos para dormir, los hará soñar con la tierna ilusión de una muñeca o de un tren de bonitos colores. Porque a pesar de que ahora los juguetes han alcanzado perfecciones insospechadas y técnicas admirables, nada podrá igualar al maravilloso encanto y tierna sencillez de una muñeca "vestida de azul" o de un tren de alegres y vivos colores.

Sueñan los niños y porque sus almas son inocentes y tienen fe, encontrarán sobre sus zapatitos, que esta noche brillan de tan limpios que están, los juguetes anhelados... "porque se portaron bien" y escribieron una carta que siempre empezó así: Queridos Reyes Magos....y los mágicos personajes, Melchor, Gaspar y Baltasar, vendrán al conjuro de esos deseos ingenuos, con sus hermosas capas, con dos coronas y un turbante, para dejar sus regalos.

De tanto pensar en ellos, sienten los niños que en el silencio de esta noche han oído como un rumor de pasos, roce de sedas, terciopelos y brocados... Son los tres Reyes Magos que han pasado. Y ojalá que esos niños guarden para siempre la ilusión y magia de esta noche tan singularmente bella para que, cuando adultos, en sus nuevos hogares, siempre haya una "noche de Reyes". ¡Qué bonito sería pensar que esta noche todos los niños duermen con esta espera maravillosa!

Pero el cuadro tiene su claro-oscuro. Las sombras que nos estrujan el corazón de miles y miles de niños que esta noche no pondrán sus zapatitos porque no los tienen, porque sus pies caminan descalzos sobre la tierra de este Planeta. Que no pedirán ni un tren ni una muñeca sino un mendrugo de pan para tener algo que comer en esta noche de Reyes. Estos niños nos están gritando con el grito silencioso de su presencia, que de nada sirven los tecnicismos de esta era si a los hombres se nos ha endurecido el corazón. Pobre humanidad, envanecida y orgullosa...¡de qué podemos estarlo! si los hombres se matan y los niños tienen hambre.

Hacer a los niños felices sería el mejor regalo y más aún para nuestras conciencias. Que la mejor meta al llegar el año 2012 sería que no existiera un solo niño sobre la faz de la tierra, en la calle, con hambre y descalzo.

Será sin duda el mas severo juicio al que seremos sometidos ante el Creador, porque estuvieron a nuestro lado y no los quisimos ver, tuvieron hambre y no les dimos de comer, tuvieron sed y no les dimos de beber...

Esta noche, noche de Reyes, la humanidad entera y cada uno de nosotros, tendríamos que convertirnos en un Rey Mago, abrazar contra nuestro pecho a un chiquitín, besar sus mejillas sucias, sus ojos tristes y caer de rodillas y pedirles perdón.
Autor: Ma Esther De Ariño.

miércoles, 4 de enero de 2012

LIBRES Y CONSECUENTES

Autor: Pablo Cabellos Llorente
            En vísperas electorales, publiqué un artículo en Levante-EMV ("Algunas esperanzas electorales") que me ha proporcionado palmas y pitos desde perspectivas distintas y aun opuestas. Las opiniones más encontradas se relacionaron con mi presunta injerencia partidista -por citar lo que decía la CEE- y por  la referencia a la libertad de un miembro del Opus Dei para estar en una coalición muy espinosa. La razón era simple: los fieles de la Prelatura del Opus Dei gozan de la misma libertad que los demás católicos para participar en política (y en todos los asuntos opinables). Si existe algún límite, lo marcaría la jerarquía de la Iglesia, que se circunscribió a unas orientaciones para las conciencias. La aplicación es de cada uno. Los aciertos y errores, también.
            Pero no se puede juzgar la conciencia de otro desde fuera, a menos que el interesado lo solicite. Se puede, por supuesto, opinar de los hechos externos, pero dice un viejo aforismo moral que "de la conciencia no juzga ni la Iglesia", salvo que una persona desee libremente hacerlo solicitando un consejo a quien quiera o cuando acude a la confesión sacramental. Y aun entonces, el juicio es sobre lo que él expresa.
            En una memorable homilía, pronunciada en 1967, san Josemaría se expresaba así: "Esta doctrina de libertad ciudadana, de convivencia y de comprensión, forma parte muy principal del mensaje que el Opus Dei difunde".  Puedo decir que esa libertad es hacia dentro y hacia fuera. Hacia dentro, porque a nadie se impone un director espiritual, aunque se le aconseje uno para que le ayude conociéndole, como ha hecho siempre la Iglesia. Hacia afuera, porque en el Opus Dei nadie tiene autoridad para dar indicaciones profesionales, políticas, culturales, etc. Se atienen a lo que dice la jerarquía. Y cada uno es mayorcito y formado para obrar libremente. Asunto distinto es que acierte.
            "En las Afueras de Jericó", el cardenal Herranz dedica un capítulo a mostrar cómo vivió san Josemaría, hasta el heroísmo, este respeto a la libertad política de sus hijos. Apoyado el franquismo por la jerarquía durante años (comprensiblemente, a causa de la persecución religiosa sufrida antes), cuando se atisbaba el fin del general, Mons. Benelli, Sustituto de la Secretaría de Estado Vaticano, alentó un proyecto para preparar una especie de Democracia Cristiana en España con la participación de católicos significados. Como actuación previa, procuró que retirasen su colaboración con el gobierno de Franco algunos católicos, entre los que se encontraban miembros del Opus Dei.
            Benelli pidió a Josemaría Escrivá que solicitase de esas personas el abandono de su actividad política, pero topó con un muro porque el fundador del Opus Dei se opuso a dar orientación alguna de ese tipo, más aún cuando no había ninguna indicación expresa de la jerarquía. Esta gallarda actitud  le valió el retraso de  asuntos importantes y duras presiones. Justo es recordar que Monseñor Sustituto varió después su postura, asumida seguramente de buena fe.
            Pero también recibió intimidaciones por el sector opuesto -principalmente de  falangistas- con motivo de otros miembros del Opus Dei opuestos a aquel Régimen. Tampoco condescendió, habló en una ocasión muy seriamente con Franco y escribió una carta clarísima al Ministro del Movimiento. No he conocido a nadie tan amante de la libertad con obras, con actuaciones extraordinariamente valientes.

NUEVO VIDEO COCHES ANTIGUOS

Video creado por  D. José Martínez Requena, a quien doy las gracias públicamente


La historia de Pepe

Meditaciones "Sembrando Esperanza" Cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La actitud, al final, lo es todo.
Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: "Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Era un gerente único porque le seguían sus empleados, lo acompañaban de restaurante en restaurante. La razón por la que le seguían a Pepe era por su actitud. Él tenía un don, una actitud diferente...

Él era un motivador natural: si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a buscar a Pepe y le pregunté:

- No lo entiendo.... no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...

Pepe respondió:

Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo: Pepe, tienes dos opciones hoy: puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo señalarle el lado positivo de la vida.

- Si, claro, pero no es tan fácil, protesté.

Sí lo es, dijo Pepe. Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges cómo reaccionas ante cada situación, tú eliges cómo la gente afectará tu estado de ánimo, tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen, TÚ ELIGES CÓMO VIVIR LA VIDA.

Reflexioné en lo que Pepe me dijo...

Poco tiempo después, dejé la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe. Cuando tenía que hacer una elección en la vida, en vez de reaccionar contra ella, buscaba la parte bella y noble, en pocas palabras, la positiva.
Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación.

Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo. Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo.

Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir.

- ¿No sentiste miedo?, le pregunté.

Pepe continuó: Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión.

Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: -Si, a las balas- Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto.

Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud. Aprendió que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La ACTITUD, al final, lo es todo.
Autor: P. Dennis Doren L.C

martes, 3 de enero de 2012

BONITA COLECCIÓN DE COCHES ANTIGUOS

COCHES ANTIGUOS


Qué deseo en un año nuevo?

Este año será distinto si te abres a Dios, si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir no para ti mismo, sino para tantos corazones que te encontrarás este año.
La pregunta me deja un poco inquieto. Porque sé que el “año nuevo” es simplemente una hoja de calendario, un cambio en los números, una simple tradición humana. Porque el tiempo escapa a nuestro control, y fluye sin cesar.

Pero casi todos, al llegar el año nuevo, damos una mirada al año que termina y soñamos en el año que comienza.

Lo pasado queda allí: fijo, inmodificable, casi pétreo. Con sus momentos buenos y sus fracasos, con sus sueños realizados y con los sueños que se evaporaron en el vacío, con las ayudas que me ofrecieron y con las ayudas que pude ofrecer a otros, con mis omisiones y mis cobardías.

Lo futuro inicia, como inició ayer, como inició hace un mes, como iniciará mañana.

Cada instante se presenta como una oportunidad que en parte depende de mi prudencia y de mis decisiones. En otra buena parte, depende de las decisiones de otros. En los dos casos, y aunque no siempre nos demos cuenta, depende de Dios.

De nuevo, ¿qué deseo en un año nuevo? Desearía la paz en Tierra Santa. Para que nadie privase a nadie de su tierra, de su casa, de su familia. Para que las religiones fueran vividas como lo que son: un camino para unir a los hombres bajo la luz de Dios. Para que la tierra donde vivió, murió y resucitó Cristo testimoniase con un estilo de vida nuevo la gran belleza del Evangelio.

Luego, desearía la paz en tantos lugares del planeta. Especialmente en África, donde todavía unos poderosos venden armas para la muerte pero no ofrecen comida para los hambrientos.

Querría, además, que desapareciese el aborto en todos los países del mundo. Lo cual no es ningún sueño imposible: basta con aprender a vivir responsablemente la vocación al amor para que ningún hijo sea visto como un “enemigo” o un obstáculo en el camino de la propia vida. Porque lo mejor que podemos hacer es vivir para los demás. Porque cada niño pide un poquito de amor y de respeto. Porque cada madre que ha empezado a serlo merece ayuda y apoyo, para que no le falten las cosas que más necesite durante los meses de embarazo y los primeros años de su hijo.

En este nuevo año me gustaría dialogar con quien piensa de modo distinto en un clima de respeto, sin insultos, sin desprecios, sin zancadillas. Porque si él y si yo somos humanos, porque si él y si yo queremos encontrar la verdad, podemos ayudarnos precisamente con una palabra nacida desde los corazones que saben escucharse y, más a fondo, que saben amarse...

El año que inicia querría tener más energías, más entusiasmo, más convicción, para enseñar a los otros lo que para mí es el tesoro verdadero: mi fe católica. Enseñarla, sobre todo, con mi vida. Querría ser, en ese sentido, más coherente, más bueno, más abierto, más disponible, más cercano. Especialmente cuando me encuentre con un pobre, con un enfermo, con una persona triste o desesperada, con quien llora porque sabe lo que muchos no se atreven a reconocer: que ha pecado. Porque sólo cuando me pongo ante mis faltas con honestidad clara y completa, descubro mi miseria y comprendo la de los otros. Y porque cuando reconozco mi miseria y la ajena puedo entender que necesitamos al único que puede limpiarnos con su palabra llena de perdón y de esperanza: Dios.

¿Qué deseo en un año nuevo? Quizá deseo demasiado. Quizá he soñado despierto. Quizá me he dejado llevar por una emoción inconsistente. Mientras, el reloj sigue su marcha, y, sin saberlo, me dice: este año será un poco distinto si te abres a Dios, si rompes con tu egoísmo, si empiezas a vivir no para ti mismo, sino para tantos corazones que encontrarás en los mil cruces de camino de este año que está iniciando...
Autor: P. Fernando Pascual LC.

lunes, 2 de enero de 2012

Un año nuevo, no es cualquier cosa

El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida.
Empezar un nuevo año, como si fuera cualquier cosa, es una enorme torpeza. Un año de vida es un regalo demasiado grande para echarlo a perder.

¿Alguna vez has sentido en lo más hondo de tu ser ese deseo profundo y enorme de mejorar o de cambiar? Si es así, no dejes que el deseo se escape, porque no todos los días lo sentirás. Si hoy sientes esa llamada a querer ser otro, a ser distinto, atrápala con fuerza y hazla realidad.

El inicio de un nuevo año es el momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de la vida, porque el que se proponga convertir éste en su mejor año, lo puede lograr.

El año nuevo es una oportunidad más para transformar la vida, el hogar, el trabajo en algo distinto. «Quiero algo diferente, voy a comenzar bien; así será más fácil seguir bien y terminar bien. Quizá el año pasado no fue mi mejor año, me dejó un mal sabor de boca. Éste va a ser distinto, quiero que así sea; es un deseo, es un propósito, y no lo voy a echar a perder.

Tengo otra oportunidad que no voy a desperdiciar, porque la vida es demasiado breve».

¿Quién es capaz de decir?: "Desde hoy, desde este primer día, todo será distinto" En mi hogar me voy a arrancar ese egoísmo que tantos males provoca; voy a estrenar un nuevo amor a mi cónyuge y a mi familia; seré mejor padre o madre. Seré también distinto en mi trabajo, no porque vaya a cambiar de trabajo, sino de humor. En él incluso voy a desempolvar mi fe, esa fe arrumbada y llena de polvo; voy a poner un poco más de oración, de cielo azul, de aire puro en mi jornada diaria. Ya me harté de vivir como he vivido, de ser egoísta, tracalero, injusto. Otro estilo de vida, otra forma de ser. ¿Por qué no intentarlo?”

En los ratos más negros y amargos, llenos de culpa, piensas: «¿Por qué no acabar con todo? Pero en esos mismos momentos se puede pensar otra cosa: ¿Por qué no comenzar de nuevo?».

Algunos ven que su vida pasada ha sido gris, vulgar y mediocre, y su gran argumento y razón para desesperarse es: «He sido un Don Nadie, ¿qué puedo hacer ya?» Pero otros sacan de ahí mismo el gran argumento, la gran razón para el cambio radical positivo: «No me resigno a ser vulgar; quiero resucitar a una vida mejor, quiero luchar, voy a trabajar, quiero volver a empezar».

Un año recién salido de las manos del autor de la vida es un año que aún no estrenas. ¿Qué vas a hacer con él? El año pasado ¿no te gustó?, ¿no diste la medida? Con éste ¿qué vas a hacer? Un nuevo año recién iniciado: todo comienza, si tú quieres; todo vuelve a empezar...

Yo me uno a los grandes insatisfechos, a los que reniegan de la mediocridad, a los que, aún conscientes de sus debilidades, confían y luchan por una vida mejor.

Todos desean a los demás y a sí mismos un buen año, pero pocos luchan por obtenerlo. Prefiero ser de los segundos.
Autor: P Mariano de Blas LC.

domingo, 1 de enero de 2012

FELIZ 2012

Con mi mejores deseos para este nuevo año 2012, a todos mis lectores.




María, la mejor nota musical salida de las manos de Dios

María ha tocado la mejor nota salida de la lira de Dios, cuando acepta convertirse en la Madre Dios, cuando recibe a su Hijo en su corazón.
Llega al año nuevo con amplias expectaciones de paz, de justicia, de libertad, de alegría y en progreso para todos los hombres en el que esté incluido cada uno de ellos. Tenemos derecho a mirar con confianza el futuro porque estamos en las manos de Dios. Y los que conocen, dicen que en una orquesta sinfónica, no hay nadie tan importante como el primer violín, al que se refieren todos los instrumentos de la orquesta, siendo el primer aliado del director.

Así me imagino la llegada del nuevo año, con el mejor director de orquesta que pudiéramos tener a mano, el artista, el artífice de nuestra vida, de nuestra paz y de nuestro amor. Es nuestro Dios, y a María la imagino precisamente como el primer violín, porque ella con su vida entera ha tocado la mejor nota musical que podría salir de las manos de Dios, y nos invita a unirnos a esta gran orquesta de nuestro mundo, tocando la mejor melodía, la que ella nos ha enseñado cerca de su Hijo Jesús.

Para los que se empeñan en imaginarse a la Iglesia como una sociedad aún machista en nuestro mundo, el hecho de que coloque a una mujer en el lugar de honor al principio del año, ya nos da idea de lo contrario, del deseo de la Iglesia de que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en el concierto de la Creación precisamente al lado del hombre, caminando juntos en la vida, como pareja, hasta hacer precisamente de la pareja humana un símbolo del amor de Dios a los hombres y su compromiso con ellos, de contribuir a su paz, a su alegría y a su salvación.

María ha tocado, pues, la mejor nota salida de la lira de Dios, cuando acepta convertirse en la Madre Dios, cuando recibe a su Hijo en su corazón y con toda su persona, hasta albergar en su misma entraña al que sería el Salvador de todos los hombres, y sigue acompañando a todos los hermanos de Cristo hasta llegar a ser la gran familia de los hijos de Dios en camino al Reino de los cielos. Bienvenido el nuevo año, pero de la Mano de María, Madre del Señor.

Y no queda espacio sino para señalar apenas que el Papa Benedicto XVI ha querido señalar para este día de la Jornada Mundial por la paz, a los jóvenes, como destinatarios de su mensaje, cuando invita a la familia y a todas las instituciones públicas y privadas a educar a los jóvenes en la justicia, en la paz y en la libertad. El documento que nos regala el Papa para este día, es precioso, pero sólo me limito a transcribir dos párrafos dedicados a los jóvenes, invitando a que posteriormente puedan conocer el documento completo:

"Queridos jóvenes, vosotros sois un don precioso para la sociedad. No os dejéis vencer por el desánimo ante las dificultades y no os entreguéis a las falsas soluciones, que con frecuencia se presentan como el camino más fácil para superar los problemas. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación. Vivid con confianza vuestra juventud y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que experimentáis. Vivid con intensidad esta etapa de vuestra vida tan rica y llena de entusiasmo. Sed conscientes de que vosotros sois un ejemplo y estímulo para los adultos, y lo seréis cuanto más os esforcéis por superar las injusticias y la corrupción, cuanto más deseéis un futuro mejor y os comprometáis en construirlo. Sed conscientes de vuestras capacidades y nunca os encerréis en vosotros mismos, sino sabed trabajar por un futuro más luminoso para todos. Nunca estáis solos. La Iglesia confía en vosotros, os sigue, os anima y desea ofreceros lo que tiene de más valor: la posibilidad de levantar los ojos hacia Dios, de encontrar a Jesucristo, Aquel que es la justicia y la paz"
Autor: P. Alberto Ramírez Mozqueda.

sábado, 31 de diciembre de 2011

La noche vieja

¿Qué pasó con aquellos deseos que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año sí!

Son las 12. Las 12 de la noche.

Parece que los meses del año que termina, con sus días y sus horas se columpian en cada una de ellas... Doce meses, doce campanadas. El año se va. El año se acaba. Se esfuman los doce meses como en un conjuro de tiempo y eternidad. Los tuvimos en nuestras manos paro ya no volverán.

Fueron instantes nuestros, únicos e irrepetibles, vividos dentro de nuestro libre albedrío, hora tras hora y ahora se van, perdiéndose en la noche última del año. La noche vieja.

El poeta dice:

El indivisible tiempo
lo hemos dividido en años
y así decimos que pasa
cuando nosotros pasamos.

Así es, decimos que el tiempo se va cuando somos nosotros los que nos vamos. Decimos que el tiempo corre, que el tiempo vuela, pero los que corremos, los que volamos sobre el tiempo somos nosotros. El tiempo siempre está, el tiempo ni tiene tiempo, ni es joven ni viejo, nosotros si.

Las 12. Es Noche Vieja. Un año nuevo está por comenzar.

Las 12 horas del 31 de diciembre. ¿Qué hicimos con estos trescientos sesenta y cinco días? ¿Qué dijimos, qué pensamos una noche como esta pero del año pasado? ¡Cuántos planes, cuántas promesas, cuántos propósitos! ¿Somos los mismos de aquella noche de otras muchas noches o sentimos que fuimos limando las aristas de nuestro carácter, rellenando "baches" en los que caíamos una y otra vez, quitando obstáculos, que quizá amábamos pero que nos hacían tropezar en nuestro plan de ser mejores como seres humanos en nuestra plenitud y dignidad? ¿Qué pasó con aquellos deseos vehementes que brotaron en nuestro corazón al terminar de oír las doce campanadas y nos hicieron decir: "¡Ahora sí, este año nuevo sí!

Poco a poco se nos fueron aminorando las fuerzas, el entusiasmo, y llegó esa desgana o indiferencia por las cosas. La bruma de la rutina nos envolvió en sus días grises y nos heló el corazón y el coraje.

O no fue así... y sentimos que sí ha habido un cambio positivo. Que el sol del amor nos arropa y podemos repartir el calor que hay en nuestra alma a los demás. Que estamos en pie de lucha, que las 12 campanadas resuenan en nuestro corazón como el tañer de las campanas de la ermita invitándonos a orar.


Que cada campanada se un:

Perdón y gracias, Dios mío, me estás regalando otro año para crecer en la fe y en el amor a Ti y a los demás. El tiempo pasado está en Tus manos , el que comienza en las mías, pero quiero que Tu me acompañes a vivirlo!.


Y con el año que se va y el nuevo que comienza, en esta Noche Vieja, la más vieja del año, recordamos al poeta que nos dice:

Un año más, no mires con desvelo
la carrera veloz del tiempo alado
que un año más en la virtud pasado
un paso es más que te aproxima al cielo.

Y siguiendo con los versos terminaremos esta pequeña reflexión con uno que una noche como esta me inspiro:

Esta noche es "noche-vieja"
y yo hago un alto en mi camino,
sentada bajo la luna
abro mi alforja y la miro.
¿Qué es lo que tengo en ella?
Oro y plata:-Te lo cambio
por la sonrisa de un niño.

Quiero caminar descalza
por lo prados con rocío
quiero soltar mis amarras
y extender libre mis alas
y sentir mi poderío.

Poderío y libertad
olvidando el claro-oscuro
de ambiciones que esclavizan
tan pesadas como un yugo.

Esta noche es "noche vieja"
tengo el alma transparente,
cuando llegue el año nuevo
que me encuentre en la vereda
como quién vuelve a nacer,
sin sandalias ,sin alforja,
con la piel limpia de luna
las estrellas en mi pelo
y cantando el "aleluya".

Esta noche es noche vieja,
y yo tengo el alma nueva...
¡quién lo pudiera creer!
Autor: Ma Esther De Ariño