"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

martes, 24 de marzo de 2015

Las familias sostenibles


Criterios de sostenibilidad para la vida en familia y la relación de pareja en conciliación con el trabajo


La relación de pareja

Las familias sostenibles sólo pueden crecer en un medio ambiente adecuado que hay que propiciar. Su base social comienza creando un ambiente de aprecio y cuidado de la maternidad, en términos biológicos sólo una natalidad que supere 2,1 hijos por mujer garantiza la sostenibilidad de la raza humana. El recambio generacional afecta a la dimensión social de la familia sostenible y depende en gran medida de factores externos a las familias: políticas, imagen amable de la maternidad en los medios de comunicación, conciliación, etc…


La dimensión interna de la sostenibilidad es más accesible a las personas y comprende el cuidado del medio ambiente familiar que tanto depende de ellas, de padres y madres, de hijos y abuelos.



La mayor parte de la labor que las personas podemos hacer para que nuestra familia sea sostenible se centra en aspectos tan concretos como cuidar el ambiente de hogar, el cariño y respeto, los detalles personales de servicio, las costumbres y las fotografías e historias familiares que nos recuerdan que no somos fruto del azar.



Junto a ideas materiales, como dedicar tiempo a la familia y a cada miembro, deben ocupar un lugar preeminente otras como tener en la cabeza al cónyuge y los hijos a lo largo del día, fomentando los deseos de volver a casa, potenciar los buenos pensamientos, apartar los malos.



La base de todo esto es la relación de pareja que debe ser cuidada desde el principio del matrimonio y que un equivocado amor a los hijos nunca deben romper. Desde el "si quiero" hay que cuidar los detalles, la fidelidad en lo pequeño y la ilusión por cumplir los sueños y proyectos



Tarea de cada miembro

El matrimonio y la familia son una aventura apasionante, radical, creativa, muy confortadora; no son realidades estáticas sino que se hacen cada día. Darse a otros es, sin duda, una locura que algunos no entienden. Que una familia sea sostenible depende de cada unos de sus miembros.


Empezábamos con las conclusiones de la Comisión Brundtland: "satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades". Sólo la familia sostenible, es decir estable y estructurada; es capaz de cumplir los criterios de sostenibilidad, de generar ilusión y esperanza en el futuro. Una visión positiva y de responsabilidad compartida favorecerá entre otras cosas un incremento de la natalidad. Sin esa positiva y adecuada valoración del proyecto familiar difícilmente se apostará por nuevos hijos.



Ese es nuestro reto, el de quienes estamos convencidos de que no todo es igual, que existe lo mejor y que es posible. Nuestro desafío consiste en actuar en nuestras familias y en la sociedad desde la lógica del amor para que el siglo XXI sea el de las familias sostenibles.


Por: Aníbal Cuevas


SIEMPRE SE HA DICHO: “A NADIE LE AMARGA UN DULCE”
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