"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

domingo, 8 de marzo de 2015

Evangelizadores en las redes: Evangelización e hipocresía

Reflexión basada en la Homilía de Santa Marta del 03-03-2015
El pecado nos lleva a fingir y aparentar hasta en nuestra fe


El Papa, en su homilía de Santa Marta del 03-03-2015 nos habla de "Hagamos el bien, no una santidad fingida, invitó el Papa Francisco":

«Estos fingen que se convierten, pero su corazón es una mentira: ¡son mentirosos! Es una mentira…Su corazón no pertenece al Señor; pertenece al padre de todas las mentiras, a satanás. Y ésta es una santidad fingida. Jesús prefería mil veces a los pecadores, antes que a ellos. ¿Por qué? Los pecadores decían la verdad sobre ellos mismos. ¡Aléjate de mí Señor que soy un pecador!’: lo dijo Pedro, una vez. ¡Pero uno de ellos nunca dice esto! ‘Te agradezco Señor, porque no soy pecador, porque soy justo’… En la segunda semana de Cuaresma hay estas tres palabras para pensar, meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor – es decir un don grande, un perdón grande, y la trampa. Es decir fingir que nos convertimos, pero tomar el camino de la hipocresía’».

¿Fingir? Por desgracia nuestra sociedad es un inmenso simulacro. Es decir, aparentamos y actuamos como si muchas cosas fuesen reales, aunque sabemos que no lo son. Los cristianos también simulamos o fingimos con demasiada frecuencia.
Como ‪#‎Evangelizadores en las las redes, estamos siempre estamos tentados de adaptarnos al simulacro social que nos rodea. Nos parece que si adherimos a más personas al simulacro cristiano, estamos evangelizando. Pero Cristo no desea simulacros ni que finjamos. Cristo es la Verdad que ilumina nuestras realidades, evidenciando los errores y mentiras que todos llevamos encima. Por eso la hipocresía es tan desagradable a los ojos de Dios. Creemos que podemos engañarnos a nosotros mismos, a los demás y hasta a Dios.
En Cuaresma es interesante que reflexionemos sobre esto y ayudemos a otras personas a reflexionar. ¿Me creo santo? ¿Creo que son "buena gente" es suficiente? ¿Mi afecto va hacia lo que me interesa? Hay tanto que revisar en nosotros, que sólo la Gracia de Dios puede ayudarnos. Saludos!!!
Por: Nestor Mora Núñez 

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