La misión de la Iglesia le da
continuidad al amor mismo de Dios.
Por: Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de
Plasencia | Fuente: www.diocesisplasencia.org
Cada año, en el DOMUND, renovamos la llamada inicial de Cristo y así se
despierta de nuevo nuestra conciencia misionera universal. En el DOMUND niños,
jóvenes, familias, es decir, todos, nos descubrimos como Iglesia en misión, que
siente e interviene en la misión que otros, los misioneros, realizan
directamente en las misiones. Se puede decir que el DOMUND ensancha nuestro
corazón misionero y lo hace universal: nos hace abrir nuestros ojos creyentes,
nuestro corazón que ve, hacia el ancho mundo de la misión.
Entiendo que a estas alturas no hay que insistir mucho en cómo situarse ante
esta Jornada Misionera. De todos es sabido que nuestra vida en Cristo se forja
con hondura en la oración, pues ésta nos pone en sintonía con el corazón mismo
de Cristo. Se puede decir que la comunión misionera entre nosotros se cultiva
especialmente en la oración que hacemos por las misiones y los misioneros. Es
más, sin la oración difícilmente llegaríamos a comprender del todo qué
significa ser y sentirse misioneros. Pero también es evidente que la oración
nos empuja a una proyección misionera activa. En el Domund se nos pide, sobre
todo, una cooperación económica, generosa con las misiones, como siempre ha
sido.
En nuestras parroquias nos animarán con materiales y llamadas a colaborar con
la labor de los misioneros. El obispo os anima hacerlo con generosidad y
sentido de Iglesia. También quiero ayudaros a resolver algunas preguntas que
quizás os hagáis ante estas campañas:
¿De quién es la iniciativa de llamarnos a colaborar en el DOMUND?
De la Santa Sede, del Santo Padre; porque nuestra colaboración con las misiones
en esta Jornada del DOMUND es a través de la Iglesia universal y en favor de
todos los territorios de misión, de los 1.100 que hay en todo el mundo (37% de
la Iglesia católica).
¿Quién recoge y distribuye lo recaudado en el DOMUND?
Esta labor la hacen las Obras Misionales Pontificias (OMP), que tienen
delegaciones en todas las Diócesis, en las naciones y su sede central en Roma.
Cada año los Directores nacionales de las OMP se reúnen, en la Congregación
para la evangelización de los pueblos, para determinar la distribución de lo
recaudado, de acuerdo con los proyectos solicitados por los misioneros.
¿Es lo mismo el DOMUND que los hermanamientos que algunas parroquias tienen
con proyectos o misioneros amigos?
En realidad no, aunque tengan un mismo destino misionero. El dinero del Domund
llegará a todas las misiones de la Iglesia, sin distinción, y los
hermanamientos se hacen con algunos misioneros concretos, a los que, por
supuesto, recomiendo ayudar, pero con otras acciones y en otros momentos. Lo
recaudado en el DOMUND ha de ir todo íntegro a las OMP para que los distribuyan
entre todas las misiones. Si retuviéramos las colectas para nuestros proyectos
apadrinados, estaríamos cometiendo una injusticia: unas misiones recibirían
mucho y otras muy poco.
¿Qué destino tiene nuestra aportación económica?
Nuestros donativos van destinados a las tareas de las misiones: la transmisión
de la fe, la educación, la salud y a la mejora de las condiciones de vida de
las personas con las que conviven los misioneros, que en la mayoría de las
ocasiones son de pobreza, malnutrición y enfermedades.
De corazón os animo a todos a que seáis generosos con las misiones, como
siempre habéis sido. No olvidéis que la sensibilidad misionera muestra siempre
un alto índice de fe, que, en sí misma, es un don que se ha de compartir.
Pongamos, pues, nuestro grano de arena en la gran montaña de amor que están
poco a poco formando nuestros misioneros.
Domund 2014. Lema: "Renace la alegría"
RENACE > “Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”,
dice el papa Francisco al comienzo de Evangelii gaudium. El fin de
la actividad misionera es, precisamente, ayudar a extender
esta alegría, anunciando a todos la posibilidad de nacer y
renacer al encuentro con Dios. Un renacer a la
vida de fe que, como tantas veces comprueban los misioneros, ha sido revelado a
los pequeños.
LA ALEGRÍA > Los misioneros, llenos de alegría, comparten
con los más pobres su experiencia de encuentro con Cristo. Los
que reciben este anuncio y abren su corazón a él, también acogen
con alegría la Buena Noticia de la salvación. Francisco
nos dice cuál es el origen de esta gran alegría: “El amor con el
que el Padre ama al Hijo llega hasta nosotros y, por obra del Espíritu Santo,
nos envuelve”; y además, nos invita a participar en ella:
“¿Por qué no entramos también nosotros en este río de alegría?”.
Cartel DOMUND 2014
La sonrisa de unos jóvenes de
diferentes razas sirve para expresar la alegría que brota del corazón.
Sus miradas y sus manos entrelazadas reflejan que esa alegría nace de un
corazón limpio y una fraternidad profunda. Es la fuerza contagiosa del
amor, que descubren a cada paso quienes viven la experiencia de la misión.
Junto al lema, la palabra “DOMUND”
evoca por sí sola la vida de entrega de los misioneros y
nuestro deseo de ayudarles en su tarea. Y sobre un fondo morado, algunos signos
evocan aspectos de la actividad misionera de la Iglesia. Facilitar la
cooperación con esa labor es el objetivo de las Obras Misionales
Pontificias.
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