Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo...y con
seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor
El próximo miércoles empezamos Octubre y lo celebramos como el mes del
rosario.
Muchos lo saben, otros no. Rezar el rosario para algunas personas es un
tiempo desperdiciado en una letanía de repetidas oraciones, que en la gran
mayoría, están dichas de una manera distraída y maquinalmente.
Pero no es así. El hecho de ponernos a rezarle ya es un acto de amor a la
Madre de Dios. Es una súplica constante y repetida para pedir perdón y
rogarle por nosotros y por todo el género humano en el presente y también en
la hora de la muerte.
Rezar el rosario es meditar en los Misterios de la Vida de Cristo, de suerte
que el rosario es una especie de resumen del Evangelio, un recuerdo de la
Vida, los sufrimientos y glorificación del Señor, siempre acompañado de los
momentos de grandeza de la Santísima Virgen, su Madre; siendo así una
síntesis de su obra Redentora.
Así son los Misterios del rosario y para completarlos mejor, el Papa San Juan
Pablo II intercaló para los días jueves los Misterios llamados Luminosos. Estos
son los pasos de Jesús en la Tierra como Luz del mundo.
Rezar el rosario es un método fácil y adaptable a toda clase de personas, aún
las menos instruidas y una excelente manera de ejercitar los actos más
sublimes de fe y contemplación.
El Padrenuestro con el que se empieza cada Misterio es la oración que Cristo
nos enseñó y quienes lo han penetrado a fondo no pueden cansarse de
repetirlo.
En cuanto el Avemaría, toda ella está centrada en el Misterio de la
Encarnación y es la oración más apropiada para honrar dicho Misterio. Aunque
en el Avemaría hablamos directamente a la Santísima Virgen e invocamos su
intercesión, esa oración es sobre todo una alabanza y una acción de gracias a
su Hijo por la infinita misericordia que nos mostró al encarnarse en Ella y
hacerse hombre para su Misión redentora.
La Santísima Virgen en sus repetidas apariciones , siempre ha sido la súplica
más importante que en sus mensajes nos ha dado.
Ella nos ha pedido que recemos el rosario. Ella nos lo pide insistentemente
porque tiene su rezo un GRAN VALOR. Quiere que repitamos una y otra vez la
súplica, la alabanza con la esperanza puesta en su gran amor por toda la
Humanidad.
Tal vez, por lo repetitivo del rezo, como decía Santa Teresa, la "loca
de la casa", nuestra mente, se nos vaya de aquí para allá en pertinaz
distracción, pero aún así nuestro corazón y nuestra voluntad está puesto a
los pies de la Madre de Dios, y esas Avemarías son como el incienso que sube
en oscilantes volutas hasta el corazón de nuestra Madre la Virgen Santísima.
Nuestro mundo se está olvidando de rezar. Tenemos fe, creemos en Dios pero no
hablamos con El. El mundo actual, ahora más que nunca, necesita de muchos
rosarios.
Hagamos un alto en nuestro diario vivir. Quince minutos tan solo... y con
seguridad que el mundo y "nuestro mundo" será mejor.
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"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)
sábado, 27 de septiembre de 2014
¡Prepárate! en Octubre, no dejes de rezar el Rosario
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