"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir." (Socrates)

domingo, 8 de junio de 2014

Carmen se nos ha ido.


Aun con la gran tristeza y el gran dolor de haber perdido a una gran amiga, solo hace un par de días, me gustaría poderle dedicar unas palabras para expresarle el gran cariño que siempre le he tenido y le tendré aun cuando a buen seguro ella lo apreciara desde el Cielo.

Carmen, como todos la conocíamos y la llamábamos,  ha sido una Gran Mujer, ejemplar en todas las facetas de su vida, como hija, como esposa, de  ese gran hombre también,  Guillermo, luego como Madre y aquí todos los epítetos son pocos para expresar su gran abnegación y entrega a sus cuatro hijos.

Carmen no escatimo esfuerzo como una gran esposa, pero tampoco lo escatimo y se desvivió siempre por sus cuatro hijos, lo daba todo por ellos como lo que siempre fue. “Una Madre Ejemplar”.

Como amiga era una mujer encantadora, alegre, sabiéndole sacar siempre algo bueno a cada cosa, siempre trasmitiendo cariño, bondad y sin darle valor a nada de lo que hacía.

Era eso, una Mujer sencilla, cargada de grandes valores y virtudes entre la que caben resaltar, su bondad, su comprensión, su honradez y ese afán de ayudar que siempre tuvo.

Sentía un gran cariño por los niños, teniendo una inagotable paciencia para con ellos, aún recuerdan con gran cariño mis hijos, casados ya y con hijos, los ratos que de niños pasaron en su casa, buscando siempre el cajón de las golosinas, que ella se encargaba de que siempre estuvieran repletos, luego con la llegada de sus nietos le vi volver a realizar la misma labor con ellos, lógicamente es otra faceta de su vida en la que destaca y es una ejemplar Abuela, siempre los niños para ella fueron algo especial.

Como amiga, podías contar siempre con ella y sus consejos eran siempre muy muy valiosos, dada la gran experiencia que tenia de la vida.

Mujer que sabía querer,  por lo que era también muy querida por todos, creo que nos guardaba a tantos en su Corazón, que este a veces le rengueaba un poco, pero para ella era igual, jamás la vi triste ni quejarse, su carácter era envidiable.

Desde que su corazón comenzó a flojear y sobre todo,  los últimos años de su vida, Carmen ha encontrado lo que tanto se merecía. El cuidado ejemplar que tanto sus hijos como su marido le han dispensado.

Destacando por encima de todo, los desvelos de sus dos Hijas Lola y Mamen, quienes no han escatimado esfuerzo y le han demostrado el infinito cariño que le tenían, hoy desde el Cielo se sentirá muy muy satisfecha y orgullosa de sus hijos.

Creo, que para todos los que hemos tenido el honor de conocerla y compartir con ella, muchos buenos y algunos malos momentos, en todos nosotros ha dejado una huella imborrable, por lo que perdurara hasta la hora de nuestra muerte.

Desde estas líneas y con el corazón casi como el tuyo, Carmen,  por el dolor de no tenerte junto a nosotros, pero por la fe que todos tenemos y   mirando hacia el Cielo, solo me resta decirte, gracias Carmen por todo cuanto nos has dado.

Quiero dirigir este escrito a sus Hijos, Nietos y muy en especial a su esposo Guillermo.

Para todos,  un gran abrazo.

Manolo

No hay comentarios:

Publicar un comentario